Historia del Bungee Jump
Historia bungee

3,2,1,Bungee¡¡¡¡ Sientes la adrenalina corre por tus venas y sabes que es el momento de dar el paso. Tu cuerpo inicia la caída libre y sientes como tus pies se separan de la plataforma. Aunque sabes que es un deporte muy seguro, sientes un poco de miedo. De pronto, la liga te detiene y empiezas a subir de regreso hacia la plataforma pero no llegas a ella, vuelves a caer. Aunque hoy en día vemos el deporte de salto Bungee de una forma muy familiar no siempre fue así.

Los nativos de la Isla de Pentecostés, en el Pacífico Sur, lo hacen cada año. Ellos saltan de una torre atados de una enredadera a sus pies. Esto como parte de su ritual de cosecha. Es una tradición que tiene cientos, si no es que miles de años. Esta tradición sigue vigente hasta nuestros días y atrae a la isla una gran cantidad de visitantes y curiosos.

¿Pero cuál es el origen de esta peculiar costumbre? La leyenda dice que fue una mujer la primera en hacerlo. Ella Intentaba escapar de su esposo abusivo sin mucho éxito ya que él le estaba dando alcance, de pronto se topó con una palmera y comenzó a trepar rápidamente. Una vez arriba y sin escapatoria alguna lo único que se le ocurrió fue amarrarse una enredadera y saltar. Este acto impresionó tanto a la tribu que muy pronto todos estaban tratando de imitarla para demostrar su valor o bien, para salir de un problema similar.

No fue hasta 1954, cuando un grupo escritores de National Geographic llegó a la isla, que esta actividad se dio a conocer a nivel mundial y se publicó en la revista en Enero de 1955 con el titulo “South Seas Incredible Land Divers“ (los increíbles saltadores del mar del Sur). La tribu construía torres de 15 a 24 metros y saltaba con enredaderas atadas a sus tobillos. Estas medían lo necesario para permitir un contacto ligero entre la cabeza y el piso pero los detenían antes de que el cuello se rompiera. La National Geographic volvió a la isla en 1970 y Kal Muller se convirtió en la primera persona fuera de la tribu en intentar el salto. Muller describió su caída de 24 metros así: “Me sentí extrañamente sacudido. La emoción había arrollado cualquier incomodidad física”

Inspirados por Muller, los miembros del Club de Deportes Peligrosos de la Universidad de Oxford saltan del puente Clifton en Inglaterra. Ellos saltaban al vacío desde 75 metros usando esmoquin y sombreros de copa. En 1988 A.J. Hackett abre la primera operación comercial en Ohakune, Nueva Zelanda pero los clientes no se presentan y el gobierno le pone un ultimátum, “si no hay clientes pronto deberás cerrar el negocio”. Preocupado por esto Hackett decide hacer un último esfuerzo publicitario y en un arranque de locura visita la ciudad de París y amenaza con saltar de la torre Eiffel. Al lugar acuden reporteros, y medios de televisión y cuando se da cuenta que hay suficientes espectadores salta. La liga lo detiene suavemente y más tarde baja al piso donde es arrestado y llevado a prisión. Finalmente paga la fianza y regresa a nueva Zelanda. El evento que detona la popularidad de este deporte en todo el mundo y el gobierno lo deja continuar con su negocio.

Fue hasta mediados de los 90´s que se comenzó a ver este deporte en México. Los primeros que se instalaron se encontraban en las playas de Cancún, Puerto Vallarta y las fiestas de Octubre en Guadalajara. Fue este último el que inició una gira por toda la república llevando el deporte hasta lugares que nunca antes lo habían conocido. En 1998 nace IBO Adventures como la primera impulsora del deporte al norte del país e instala la operación fija más alta hasta nuestros días, IBO Bungee Cola de Caballo.

El día de hoy hemos atendido a miles de clientes cada uno con historias diferentes. Buscando vencer el miedo, intentando lograr un nuevo reto, sabiendo que sólo se vive una vez, impresionando a esa chica en su primera cita. Cada quien tiene un motivo distinto para saltar del Bungee. Si eres de esos que nunca ha saltado, no lo pienses más y vente a la cola de caballo, muy cerca de Monterrey, donde tendrás la experiencia de tu vida